El caracol Planorbis corneus alcanza los 2 centímetros en su estado adulto y suelen vivir entre 2 y 3 años, dependiendo de las características del acuario. Con temperaturas muy altas su metabolismo se acelera y viven menos, mientras que con aguas frías suelen prolongar su esperanza de vida.
Resulta muy característica su concha, algo aplanada y en forma de espiral como en todos los caracoles. Tiene una espiral alta, grande y curvada exterior, para rematar en el centro de la concha del caracol.
Al contrario que muchos caracoles carecen de opérculo, ese cierre de la concha que les mantiene a salvo en su interior.
Coloración
La variedad de colorido en los caracoles Planorbis es muy amplia, desde tonos marrones, azules, rosas, rojos y dorados, siendo los de color rojo los más apreciados y difíciles de conseguir.
El color que observamos es fruto de la coloración de la concha, pero también del color del cuerpo del caracol.
Los caracoles jóvenes habitualmente muestran unas motas que son parte de la pigmentación del manto, que va desapareciendo a medida que crece y su concha se vuelve más gruesa y opaca.
No es infrecuente observar como dentro de un mismo acuario y sin necesidad de introducir ningún ejemplar diferente, puedan surgir variaciones de coloración.
Dimorfismo sexual:
Como ocurre con la mayoría de los caracoles, son hermafroditas. No existe diferencias entre machos y hembras, porque pueden intercambiar su función en cualquier momento.
Poseen órganos reproductores masculinos y femeninos. Todos los ejemplares producen tanto espermatozoides como óvulos, pero deben acoplarse entre ellos, porque no pueden autofecundarse.